Dolores Sopeña, Co-patrona de la Bolsa de la Caridad de la Hermandad de la Santa Caridad (Palma de Mallorca)

La antigua Cofradía de Nuestra Señora de Belén, Hermandad de la Santa Caridad y del Beato Junípero Serra (Palma de Mallorca) ha desarrollado durante una semana (del 26 al 30 de octubre de 2009) su V Semana Cultural, en la iglesia de los Padres Capuchinos, bajo el título: “Héroes de la Caridad, signos del amor de Cristo”, dedicada en esta ocasión a aquellos que durante su vida terrena vivieron la virtud de la caridad de forma heroica, de tal forma que ahora nosotros los recordamos y los proponemos gozosamente al resto de la sociedad como ejemplos a seguir, salvando las distancias y las circunstancias.

Se nos ha hablado del Beato Marcelo Spínola, el arzobispo que supo mendigar por las calles de Sevilla para ayudar al hermano hambriento y necesitado. Se nos ha propuesto el ejemplo de vida de la Beata Francisca Ana de los Dolores de María, que, desde la sencillez y la humildad de una mujer de pueblo y campesina, supo plasmar en la sociedad mallorquina de su tiempo el “ardor y el amor de Cristo hacia todas sus criaturas”. Después se nos habló del P. Juan Gilabert Jofré, que reconoció en los enfermos mentales al que es todo Amor y Dulzura. El P. Jofré fue un gran devoto de María Santísima, a la que dedicó su vida y su actividad, creando la cofradía y la advocación de Ntra. Sra. de los Santos Inocentes Mártires y Desamparados. También se nos expuso la figura y la obra del Venerable Miguel Mañara, el que fuera “fulminado” por el amor de Cristo y decidiera dedicarle toda su herencia y su vida, viviendo como un pobre más en el mismo hospicio que fundara para cuidar de ellos.

Pero la “gozada” fue descubrir la vida y la obra de la que muy bien puede considerarse una nueva Teresa de Jesús, andariega ella por esos mundos de Dios para llevar el amor de Cristo al mundo entero, formando una sola familia. Jacqueline Rivas y Julia García Vidal se desplazaron hasta Palma para hablarnos de la Beata Dolores Sopeña, su fundadora y Copatrona de la Bolsa de la Caridad de nuestra Hermandad. Fue una ponencia finamente planteada y desarrollada que a todos nos supo a poco, pero en la que pudimos descubrir todas aquellas correrías que Dolores y las primeras seguidoras de su contagioso carisma realizaron por diversos caminos, ciudades, barriadas y continentes. Todo lo que representa Dolores Sopeña para la Iglesia de España, para sus devotos y para la Familia Sopeña, se nos planteó como una cascada de agua fresca que cauteriza el sufrimiento, la soledad y las carencias del mundo obrero. ¡Qué gozada de vida, de trayectoria humana y de carisma religioso para la vida de nuestra Iglesia! Yo animaría a muchos jóvenes y también a otros no tan jóvenes a seguir las huellas de Dolores Sopeña a través de su carisma, que se abre al mundo como un amplio abanico en el que cada una de las partes da vida a nuevos caminos y nuevas tareas. Muchas gracias a todos.

Isidoro Iriberri
Hermano Mayor

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