Queridos amigos:
Muchos de vosotros habréis echado de menos este Folleto Informativo acerca de la Causa de Canonización de la Beata Dolores Sopeña, que suele estar en vuestras manos a principios del mes de enero, como un modo de conmemorar la memoria litúrgica de Dolores, el 10 de enero de cada año. Sin embargo, en esta ocasión hemos preferido retrasar su publicación unos días para poder daros detalles de la Sesión de Clausura del Proceso Diocesano del presunto milagro atribuido a su intercesión, celebrado en Madrid el pasado 25 de enero.
Como bien recordaréis, hace ya poco más de un año, el 27 de diciembre de 2005, se celebró, también en Madrid, la Sesión de Apertura en la que se constituyó el Tribunal que instruiría todo lo referente al presunto milagro, consistente en la curación de la niña Dayanna Cantos Guillermo, que cayó de un cuarto piso. El diagnóstico médico decía: “Traumatismo craneoencefálico grave”. La niña sufrió pérdida de masa encefálica y estuvo varios días en coma profundo con pocas esperanzas de vida. Bajo la indicación de Catequistas Sopeña que conocían a Dayanna, la madre le impuso una reliquia de Dolores Sopeña y entre todas empezaron a rezar la novena, pidiendo su intercesión. A los pocos días la niña salió del coma y pudo empezar a ser tratada, con unos resultados asombrosos.
A lo largo del año 2006, el Tribunal ha recogido todas las pruebas y la declaración de los testigos del caso. Dichos testigos han sido los médicos, enfermeras y personal sanitario que atendieron a Dayanna, tanto en el momento del accidente como durante su recuperación; las personas testigos del accidente y quienes encomendaron el caso a la intercesión de la Beata Dolores Sopeña.
La Sesión de Clausura estuvo presidida por el Ilmo. Sr. D. Ricardo Quintana Bescós, Delegado Episcopal para las Causas de los Santos del Arzobispado de Madrid y Delegado para esta sesión por el Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal-Arzobispo, Don Antonio María Rouco Varela.
En dicha sesión, Dña. María Teresa Rodríguez Ballo, Notaria, presentó las actas originales y dos ejemplares auténticos del proceso. El M. I. Sr. D. Bernardo Santos Sedano, Promotor de Justicia, declaró que no tenía nada que objetar; así mismo, el Juez Delegado declaró íntegros y auténticos tanto el original como las copias y ordenó le fuesen entregadas a la Vicepostuladora, Jacqueline Rivas Agurto, para que las lleve a Roma y las presente a la Congregación para las Causas de los Santos. A continuación, la Vicepostuladora, prestó juramento, comprometiéndose a entregar toda la documentación en la Congregación.
Finalmente, la documentación fue introducida en las respectivas cajas, las mismas que fueron lacradas en presencia de todos los asistentes. El original se archivará en la Archidiócesis de Madrid y las dos copias se entregarán en Roma.
Luego se procedió a leer el Acta de todo lo que se había realizado durante la Sesión y aprobándola la firmaron.
Rosa María Hermosa, Superiora General, dirigió unas palabras de agradecimiento al Tribunal, a las personas que estaban presentes y, especialmente, a todos aquellos que habían facilitado el desarrollo del proceso, y pidió al Señor que todos estos acontecimientos que estamos viviendo nos ayuden a crecer en la fe, la esperanza y el amor, y que el ejemplo de la Beata Dolores Sopeña nos anime a crecer en nuestro compromiso cristiano.
Asistieron al acto Rosa María Hermosa, Superiora General del Instituto Catequista Dolores Sopeña, y su Consejo; la madre de la niña Dayanna Cantos Guillermo, Martha Guillermo; Catequistas de las comunidades de Madrid, Loyola, Oviedo y Toledo; familiares de la Beata Dolores Sopeña; familiares, amigos, Laicos Sopeña y miembros de la Obra Social y Cultural Sopeña (OSCUS).
Una vez terminada la instrucción del proceso diocesano, la Causa pasará a Roma para ser estudiada por los peritos y los diversos organismos de la Congregación para las Causas de los Santos. Y es Roma quien dará su última palabra acerca de si esta curación puede considerarse verdaderamente como un milagro atribuido a la intercesión de la Beata Dolores Sopeña.
Demos gracias a Dios por este momento tan importante dentro del Proceso de Canonización y encomendémonos, una vez más, a la intercesión de Dolores Sopeña para nos ayude a vivir con el mismo amor y entrega con los que ella vivió.
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