Bendice, Señor, nuestros hogares, para que en ellos reine un ambiente de paz y unión verdadera. Que no decaiga nunca el espíritu de familia que debe reinar como distintivo especial que brotó del Corazón de Jesús, y así todo sea Amor. Que podamos desde nuestras propias circunstancias extender la caridad por todos lados, llenando así el fin para el que nos escogiste, recordando aquellas hermosas palabras: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Amén.
POR LA FAMILIA
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